Estos pequeños marsupiales, de muy pocos centímetros de largo, se distribuyen por zonas de abundante vegetación del centro y este de Sudamérica, en los territorios de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Se mueven de noche, pasando las horas de sol escondidos en huecos de troncos o en pequeñas cuevas subterráneas. Comen insectos y otros invertebrados, así como también pequeños anfibios y reptiles, pichones de aves y hasta huevos o frutos silvestres. Sus grandes orejas le ayudan a captar los sonidos emitidos por insectos y otras presas pequeñas.
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